A lo mejor en otro universo, esos seríamos nosotros.
A veces caigo en pensar qué seríamos nosotros en otro universo.
Siempre caigo en pensar que seguiríamos siendo nosotros.
Sin darme cuenta, encuentro pinceladas de lo que somos en el mundo que vivimos. Espacios, vacíos, instantes, colores… Palabras destacadas de una historia que vivo como protagonista y veo como espectador. Sin que nada haya cambiado, siendo el exterior igual que antes, ahora la mirada cae en otros lugares.
Sin quererlo, empiezas a encontrarte buscando formas en las nubes o viendo la luz de una manera diferente, algo a lo que antes no prestabas atención. Sin quererlo, el hecho de querer te cambia, te hace encontrar pequeños detalles que disfrutar en una cotidianidad absoluta. En parte también hace que todo sea un poquito más digerible, porque al final sin quererlo, acabo acordándome de ti en cada vistazo que hecho.
Ojalá también poder ser ellos, ojalá también poder vivir nuestra propia historia en todas las formas y vertientes posibles. Poder vivir lo que nunca fuimos, lo que nunca nos imaginamos y revivir aquello que sí que conseguimos. Porque estoy seguro que no todas nuestras historias serían la misma, solo sé que en todos esos universos tendríamos una.
No sé en cuál de nuestras otras vidas fue cuando nos conocimos, no sé si es esta la primera en la que empezamos a escribir, pero sé que en cada una de ellas en algún momento estaré cerca de ti.
Puede que en otra de esas vidas, no salieran las cosas bien; puede que en otra de esas vidas, no supiéramos que era lo que tenía que salir; o simplemente puede que en otra de nuestras vidas no fuésemos más que dos sillas charlando durante la eternidad disfrutando del atardecer y del otro.